domingo, 5 de septiembre de 2010

La invasión de las manos pintadas



Como si de una unión imposible de viejas películas de serie B se tratara, un cruce entre “The Beast with Five Fingers” (Robert Florey, 1946) e “Invasion of the Body Snatchers” (Don Siegel, 1956), primero en la villa de Obanos y más tarde, en el parque de la Ciudadela de Pamplona, han aparecido lo que parecen insólitas floraciones alienígenas, un centenar de gigantescas manos pintadas…

…¿“La invasión de las manos pintadas”?…

En todo caso, una invasión artística y pacífica, de la mano de la Mancomunidad de Valdizarbe y del proyecto visionario del artista Patxi Aldunate, justamente, con el objetivo de ‘echar una mano al medio ambiente’…

Pero esta mano es una mano singular, desnuda mano de artista, la mano del ‘Elogio de la mano’, de Henri Focillon a Eduardo Chillida, que ahora regresa, interpretada de cien maneras distintas para, simbólicamente, hermanarse en la defensa del medio ambiente…

La mano, la primera de nuestras herramientas, la que nos hace hu-manos, la que construye, teje, moldea o esculpe, la que reflexivamente se pinta a si misma -como en el célebre dibujo de Escher-, esa mano portentosa es homenajeada por la mano de cien artistas de distintas disciplinas…

Mano de pintor, de dibujante de cómic, de grafitero, de escultor, de profesor o de estudiante, de diseñador gráfico, de fotógrafo y de infógrafo, también del teórico o del videoartista y siempre del artesano…

Mano de mujer o de hombre, vernácula y multicultural, vieja mano sabia o joven mano de aprendiz…

Mano de pintor que recupera su habilidad y su fuerza, que recuerda que todavía sabe pintar a mano, la mano, una mano…

Mano lienzo, mano pantalla, mano espacio, mano mapa… cargada de historias, de signos, de proyectos, de juegos, de visiones, de puros colores, de denuncias…

Nunca máis la mano del petrolero contaminante, del operario del buldózer amazónico, del empresario sin escrúpulos que firma la destrucción del comunal del agua, del aire y de la tierra…

Solo mano creadora que es la misma mano que genera y regenera la naturaleza, la mano del labrador, del baserritarra, del ecologista, del científico, del defensor del decrecimiento, la mano que siembra y riega el futuro… a través de pequeños gestos cotidianos, profundamente creativos: plantar o pintar, reciclar o movilizarse.

Mano a mano, esperamos que “La invasión de las manos pintadas” haga realidad la fantasía solidaria y se extienda, como una plaga verde, por todo el planeta…

Alfredo Murillo/Iñaki Arzoz

SUBKULTURAS

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